Ayudar a los demás para ayudarse a sí mismo. Es una de las principales herramientas para combatir el suicido y la depresión juvenil, como ha explicado Ignacio González, psicoterapeuta, doctor en psicología y perito judicial en el programa de Salud de Plaza Radio. 

Los artículos de Ignacio González Sarrió en  Linkedin acumulan miles de visitas. La enfermedad mental no se cura con fuerza de voluntad lo han leído casi 70.000 personas mientras que su última intervención titulada Adolescentes, perdidos y vacíos, ha recibido 4.000 en solo unas horas. En este artículo, González explica que los más jóvenes tienen "un cuadro de angustia por el mundo, por el futuro y una sintomatología depresiva asociada al miedo, la desesperanza y el temor a ser rechazados". Además, carecen de "espiritualidad" , no entendida desde el punto de vista de la religión sino de formar parte de algo más importante como puede ser ayudar a los demás. "Creo que hay muchos jóvenes perdidos y con un sentimiento de vacío que no creen en nada porque, sencillamente, cuando no hay nada más que el EGO, solo queda el materialismo, el consumismo y el egoísmo. Y eso, sinceramente, solo lleva a la desesperación y la dependencia emocional, por la cual la persona vuelca en el otro todas sus esperanzas de felicidad".

Por ello, el doctor en Psicología insiste en que la mejor forma de no centrarse solo en el Ego, es volcarse en los demás, sentir que están ayudando en algo importante. Y ocasiones no faltan: desde acompañar a ancianos que están solos, ayudar a personas dependientes, colaborar con alguna ONG´s o implicarse en causas como la situación en Ucrania. 

El último informe elaborado por Save the children sobre salud mental en la infancia y adolescencia alerta sobre de un incremento muy relevante de los trastornos mentales en niños y adolescentes. También es fundamental detectar a tiempo los pensamientos suicidas para no llegar tarde: entre un 3% y un 5% de niños y adolescentes tuvieron pensamientos suicidas el año pasado en España. No solo eso, según FAROS, el 27,6% de los jóvenes en Europa tiene conductas autolesivas, como hacerse cortes o quemaduras en los antebrazos.

Y esta tendencia va a más y en niños cada vez más pequeños. González dice que por su consulta pasan niños y niñas de incluso 12 años que se autolesionan y quieren dejar de vivir para acabar con el sufrimiento por el que atraviesan. El psicoterapeuta también ha descrito los principales factores de riesgo, las señales de alarma y, lo más importante, las soluciones.  

Factores de riesgo

La autoexigencia es uno de ellos, ya sea por seguir modelos familiares, sociales, culturales o por la personalidad.  Esa autoexigencia por conseguir el éxito social, los jóvenes la expresan a través del materialismo, de las redes sociales. Cada like es un chute de dopamina. El bullying o acoso escolar es uno de los principales factores de riesgo que desarrollan un estrés postraumático comparado a los peores sufrimientos que se pueden producir, como haber estado en un campo de concentración, sufrir tortura o estar secuestrado, describe el perito judicial. "Si tú crees que no vales, esa creencia la conviertes en realidad. Los psicólogos identificamos esas creencias y las sometemos a prueba. Si la persona vive una situación traumática no puede validar la información, sino que reviven de una forma muy real las situaciones dramáticas que ha atravesado". 

Señales de alarma

Entre las señales que nos deben hacer que se enciendan todas las alarmas se encuentran la falta de motivación, no disfrutar con las cosas que antes le divertían, el retraimiento, las autolesiones, el aislamiento social, los cambios de humor en los que se pasa de una situación plana a una depresión, cambios en los patrones de conducta, el bajo rendimiento escolar, la agresividad, una elevada susceptibilidad,  el sentirse incomprendido...

"Ante estos comportamientos, lo más importantes es validar su dolor, entenderlo y evitar las comparaciones o  el decir `hay que ser fuerte, tú puedes hacerlo´ porque la fuerza de voluntad no es suficiente".

Ignacio González incide en que el trabajo multidisciplinar es imprescindible.

CV Ignacio González

Ignacio González Sarrió es  doctor en Psicología por la Universidad de Valencia . Autor de la Tesis Doctoral: “Las interferencias parentales y la alienación parental en el contexto jurídico español: revisión de sentencias judiciales en materia de guarda y custodia” publicada en la Universidad de Valencia en 2017. Suficiencia Investigadora y Diploma de Estudios Avanzados (DEA-UV) en Psicología Jurídica: “Trabajo de Investigación DEA en Psicopatía infantil y juvenil (UV)”. Licenciado en Psicología (1997). Máster en Psicología Clínica y Salud (UV). Máster en Psicología Organizacional y RR.HH (COP-CV). Co-autor del libro “Estudio Multidisciplinar sobre Interferencias Parentales” publicado en Dykinson S.L. en 2019. 

Autor del libro “Las Interferencias y la Alienación Parental” publicado en Editorial Académica Española en 2019. Autor de diversas ponencias en Congresos Científicos de Psicología Clínica y Jurídica. Miembro del Turno de Intervención Profesional de Peritos Forenses del COP-CV. Miembro del Turno Oficial de Coordinadores de Parentalidad del COP-CV. Psicólogo General Sanitario acreditado por la Consellería de Sanidad. Experiencia profesional en Psicología de la Salud, Clínica, Social, Gerontología, Psico-Oncología, Psico-Oncología Pediátrica, Patología dual, Colectivos en riesgo de exclusión social. 

Experto Docente (CAP-UV) y coordinador de la plataforma “Psicolegalyforense”.