La presión de la Fiscalía Anticorrupción sobre el director de la cárcel de Picassent surte efecto. La Junta de Tratamiento ha aprobado dar permisos a Rafael Blasco. Sólo falta que el juez vigilancia penitenciaria, lo apruebe. Un trámite que permitirá que el el exconseller, condenado por la malversación de ayudas al Tercer Mundo, pise de nuevo la calle.
Y esto sólo un mes después de que el mismo órgano apreciara riesgo medio-alto de reincidencia. Blasco no ha devuelto el dinero de la responsabilidad civil por la que está condenado, no ha mostrado arrepentimiento, ni han desaparecido otras causas por las que aún debe ser juzgado.