El chollo de las resonancias públicas: 125 millones de beneficio con 425 millones de facturación. La UTE controlada por Eresa se forra en diez años triplicando la rentabilidad del sector. El 31 de octubre finaliza el contrato de gestión de las resonancias magnéticas de la sanidad pública valenciana.
Explica Javier Alfonso que, a tenor de los resultados, la empresa y especialmente alguno de sus socios han gozado en esta década de crisis de uno de los negocios más rentables de la Comunitat Valenciana, un contrato muy provechoso a costa de una Generalitat valenciana ahogada en déficit y deuda.
El contrato fue adjudicado por el Gobierno de Francisco Camps, con Manuel Cervera como conseller de Sanidad, y se mantendrá al menos tres meses más después de su vencimiento a pesar de la promesa del Ejecutivo de Ximo Puig de volver a la gestión pública el 1 de noviembre.