El Consell defiende la prueba de ruido en la ITV por la que Compromís ha denunciado a Blasco. La coalición asegura que la sonometría fue un ardid para enriquecer a parientes y amigos. Fue en febrero de 2004 cuando Rafael Blasco, como conseller de Territorio y Vivienda obligó a que los vehículos de la Comunitat Valenciana superaran una prueba de ruido al pasar la ITV. Esto supuso un importante recargo en las tarifas y convirtió la inspección en la Comunitat Valenciana en la más cara de España.
Compromís afirmó entonces que se trataba de un invento de Blasco para crear un gran negocio relacionado con nombres de amigos personales o empresas como Sedesa, vinculada a la familia Cotino. La semana pasada el síndic de Compromís, Fran Ferri denunció y llevó a la fiscalía documentación sobre un presunto “pelotazo” de casi 48 millones de euros en la privatización del servicio de ITV. Sin embargo, el pasado noviembre, la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, defendió la utilidad de la prueba ante una pregunta del diputado no adscrito David de Miguel.
Foto: KIKE TABERNER
