La ciudad de València está examinando desde el pasado lunes, 10 de abril, cómo funciona la semana laboral de cuatro días durante cuatro semanas, al coincidir tres lunes festivos consecutivos y trasladar una festividad de enero a este mes. Así, las semanas del 10 de abril (Lunes de Pascua), 17 de abril (San Vicente Ferrer), 24 de abril (por el 22 de enero, San Vicente Mártir) y la que viene, la del 1 de mayo (Día del Trabajo) han sido solo de cuatro días laborales, en un proyecto piloto impulsado por el Ayuntamiento para probar en la ciudad el impacto de la aplicación y las consecuencias en la productividad, en el ocio, la movilidad, la economía y la salud de las personas de trabajar 32 horas semanales. Un experimento que ha sido y está siendo recibido con escepticismo, rechazo y pocas adhesiones. Entre las primeras reacciones, no solo las pymes, y la patronal han mostrado su posicionamiento en contra, también, desde los sindicatos.
Como UGT. Su secretario general, Ismael Sáez considera que los experimentos deben realizarse con gaseosa, "como el de trasladar un San Vicente a este lunes", lo asegura en La Entrevista en la que se hablaba del Primero de Mayo. "Creo que es muy difícil admitir que trabajando cuatro días en vez de cinco, uno alcanza la misma producción, puede mejorar la productividad por hora. Salvo que estemos hablando de determinados oficios donde se trabaja 365 días al año. ¿Qué estaba haciendo Isaac Newton cuando le cayó la manzana? Echando la siesta ¿Estaba trabajando? ¿Eso es productividad? Ahora si uno hace coches, micrófonos o programas de radio, pues o hace cuatro o cinco días. Sería más razonable que el reparto de empleo como la mejor solución, ese es el debate que conviene. Por ello cualquier experimento de este tipo debe estar vinculado al reparto de empleo, no a subvenciones en que una parte de la plantilla trabaja cuatro días y la otra parte, cinco, y lo pagamos lo demás? A mí eso no me parece que tiene sentido".
En este espacio, Ana García, secretaria general de CCOO-PV. valora la experiencia. "Hablamos de una reducción real de tiempo de trabajo, lo de este mes te puede servir para medir la contaminación pero bueno, solo sirve para iniciar un debate. No se puede hablar de forma frívola o generalizada. Depende del sector productivo, de la empresa. Iniciar el debate es importante y ver cómo se puede hacer ese reparto de trabajo. Yo sí estoy convencida de la reducción de la jornada y que se puede incrementar la productividad. En algunos casos hay más presentismo que otra cosa calentando la silla".