Acercar el mundo académico a la realidad del sector constructor fue el objetivo que impulsó la creación de la Cátedra CHM-UPV. Así lo explica David Nicolás, director de Construcción de CHM, quien destaca que esta alianza con la Universitat Politècnica de València nace “de una necesidad compartida” y con una mirada estratégica: atraer talento joven y actualizar la formación en torno a los retos reales del sector.
“La cátedra nos permite formar a los futuros profesionales con experiencias prácticas, pero también avanzar en ámbitos clave como la digitalización, la sostenibilidad o la inteligencia artificial”, afirma.
Reducir la brecha entre aula y obra
Uno de los principales déficits detectados por CHM es la desconexión entre el conocimiento técnico y la experiencia de campo. “Los estudiantes salen bien preparados técnicamente, pero sin contacto con herramientas como BIM, los gemelos digitales o la planificación avanzada que usamos cada día en obra”, señala Nicolás. El objetivo: complementar esa formación académica con casos reales que preparen a los jóvenes para una realidad en constante evolución.
En esa línea, considera que deben reforzarse habilidades como la colaboración multidisciplinar, el pensamiento crítico, la gestión de datos o la capacidad de adaptación. “La ingeniería de hoy exige una visión global: hay que saber integrar tecnología, sostenibilidad y eficiencia en cada decisión”.
La transformación digital ya está en marcha
CHM ya aplica tecnología avanzada en sus procesos constructivos. Entre los ejemplos que cita Nicolás están los sensores IoT para monitorización en tiempo real, modelos BIM integrados con herramientas de planificación, y aplicaciones para trazabilidad y control de producción. Pero va más allá: la inteligencia artificial también empieza a tener un papel protagonista.
“Nos permite anticipar riesgos, detectar zonas peligrosas o malas prácticas antes de que se produzca un accidente. La prevención deja de ser reactiva y pasa a ser predictiva. Eso es un salto enorme en seguridad laboral”, destaca.
Innovar con propósito: sostenibilidad y eficiencia
En paralelo, CHM impulsa proyectos de I+D como Vaxama, centrado en el control automatizado de mezclas bituminosas mediante técnicas de ensayo no destructivas y visión artificial. “El objetivo es ganar en precisión, reducir costes y minimizar el impacto ambiental”, resume.
La sostenibilidad, de hecho, atraviesa toda la estrategia de innovación de la empresa. “Cada nuevo material, cada proceso digitalizado, debe evaluarse también por su impacto medioambiental”, explica. Esto incluye desde el uso de materiales reciclados hasta la optimización energética o la apuesta por la economía circular.
Una visión de largo plazo
De cara al futuro, Nicolás cree que las constructoras deben asumir un rol protagonista en la transformación del entorno urbano. “Si aplicamos modelos eficientes, digitalizados y sostenibles, no solo mejoramos nuestras obras: también mejoramos la calidad de vida de la ciudadanía”.
Para ello, CHM invierte en formación, desarrolla proyectos piloto, colabora con startups y centros tecnológicos, y mantiene una actitud que resume así: “Flexibilidad, curiosidad y compromiso con el cambio”.