La muerte de alguien cercano es como perder una parte del propio ser. Es el origen de varias de las dificultades en el bienestar emocional y muchos estarían dispuestos a hacer cualquier cosa para aliviar esa sensación de pérdida. Incluso conversar cara a cara con ese ser querido, si fuera posible.
Suena a ciencia ficción, pero ya hay empresas que lo están haciendo. (HereAfter, StoryFile y Replika). A partir de entrevistas y otros contenidos, crean versiones digitales de individuos fallecidos para interactuar con los vivos, ya sea a través de chat, voz o vídeo. En China, este negocio ya está creciendo, con varias compañías que declaran haber creado miles de estas personas digitales o bots fantasmas.
En torno a este tema, surgen muchas dudas, muchos interrogantes, ¿Hasta qué punto un avatar puede ser fiel? ¿A quién pertenece? ¿Qué tipo de datos se pueden emplear para su creación? ¿ Habría que establecer normas éticas y regulaciones que protejan tanto a los usuarios como a la memoria de los fallecidos?.
Hablamos con Pepe Martínez, profesor de creatividad publicitaria en la Universidad CEU Cardenal Herrera, y además es un estudioso de IA aplicada a la comunicación y con José González, psicólogo especialista en el proceso de duelo.