VALÈNCIA. El president de la Generalitat, Ximo Puig, anunciaba, este lunes, que el Consell prepara una nueva reforma fiscal "adaptada a este tiempo de inflación" con los objetivos de "ayudar a las clases medias y trabajadoras, proteger más a la población vulnerable e impulsar la creación de empleo". Advertía, el jefe del Consell, que era necesario buscar un impacto económico positivo para paliar la crisis y que hay "tres palancas que accionarán dinámicas positivas en lo económico": el mercado de trabajo, los fondos extraordinarios del Estado y los Fondos Europeos. De la gestión de esos fondos Next Generation EU y los Perte, hablamos, este martes, con Juan Ángel Poyatos director general de Coordinación de la Acción del Gobierno, el cocinero de estos fondos en Presidencia.
La Comunitat Valenciana ya tiene adjudicados fondos procedentes de los fondos europeos de recuperación Next Generation EU por importe de más de 3.000 millones de euros, que irán destinados a reforzar los servicios públicos fundamentales y la política forestal. De esto, asegura Poyatos, que la Generalitat ha recibido directamente 1.800 millones. "El último dato contable que tenemos que es de antes de verano, que es del presupuesto del 22, aunque tengas el del 23, no podemos contar con él, formalmente, y estamos hablando de 864,5 millones de euros en ejecución, es un 80% de lo que nos habían concedido", asegura el responsable de esta área.
Los fondos llegan y "vamos mejor de lo que esperábamos", asegura Poyatos cuando se le plantea si se están gestionando de manera ágil y resolviendo los famosos cuellos de botella de la Administración, "soy muy optimista, son objetivos muy ambiciosos y a resolver a corto plazo".
Es cierto que hay problemas a la hora de gestionar y cumplir con los plazos de ejecución, "que son rápidos, es difícil transformar el modelo antes de 2026, pero esos recursos que llegan de manera tan específica llevan mucho dinero y llegaremos a cumplir con la mayoría", sostiene Poyatos.
Semáforo rojo en algunos fondos
Pero la burocracia es la burocracia. Y siempre hay problemas. "Tenemos un sistema que nos ayuda a identificar una especie de semáforo, actuaciones y proyectos en función de los plazos que nos piden y en los que puede haber algún tipo de problema, y son pocos, estamos trabajando en ellos". Casos que se dan en hitos cuya competencia está dividida en diferentes ministerios o en consellerias. "Estamos teniendo dificultades en nivel de formación de digitalización, en los que hay falta de coordinación, líneas que son parecidas de distintas áreas, será difícil llegar al objetivo, estamos hablando con el Gobierno para ver cómo se reajusta, no está claro que se pierda el dinero, si llegamos al 80% y no al 100%, hemos hecho la consulta y aún no nos han respondido".
Consultas y dudas que aparecieron ya hace tiempo. "A veces hemos hecho consultas sobre ciertos aspectos que ni el propio Gobierno ni la Comisión han sabido responder. Somos el conejillo de Indias de Europa de este plan, hay algunos países que lo han aprobado hace cuatro meses, el propio sistema, la propia gestión es nueva para la Comisión, entonces, hay cuestiones que no están claras del todo", explica Poyatos.
La renuncia de Ford
Uno de los puntos fuertes de estos fondos se dirigen a los Perte, a los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica. Ford anunció la renuncia a las ayudas ya asignadas del programa PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), esencialmente dirigidas a impulsar la fabricación de coches eléctricos en España, circunstancia que produjo inquietud en Presidencia. "Lógicamente nos hubiera gustado que se hubieran cumplido los plazos, porque arrastra a las empresas valencianas en inversiones pero lo hemos entendido, e intentamos evitar esa renuncia, al igual que les ayudamos durante meses para que se presentaran a esa convocatoria, nos encontramos con la negativa, justificada, y, repito, no nos preocupa esas inversiones, sino las de las pymes que están alrededor", asegura el director de Coordinación de Acción del Gobierno.
Ford ha renunciado al Perte por las condiciones que implica, pero no ha renunciado a las ayudas. "La Generalitat viene ayudando a Ford desde hace muchos años, con líneas nominativas muy importantes, la expectativa de Ford en el momento que puedan activar su electrificación está en ayudas de la Generalitat y del Gobierno de España", explica Poyatos.
Además de la renuncia de Ford, ha sido muy llamativa la baja cantidad asignada a cada uno de los proyectos que han pedido ayudas. A todos, incluido VW, se les han preconcedido subvenciones que están muy por debajo del presupuesto financiable. "Nos sorprendió en general la baja puntuación de casi todos los proyectos, luego pedimos las explicaciones y estamos más tranquilos, y el funcionario de turno no puede dar más ayuda sino tiene toda la información".