La Comisión Europea lanzó este jueves el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Industria Automovilística Europea. Bajo el liderazgo de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, la industria automovilística europea, los interlocutores sociales y otras partes clave interesadas trabajarán juntos para desarrollar un plan de acción que ayude a la industria a salir de la crisis. En particular, en el campo de la movilidad eléctrica, los fabricantes de automóviles europeos parecen tener poco con qué contrarrestar la competencia de China. Si no se hace algo, se corre el riesgo de perder competitividad, con importantes consecuencias para el desarrollo económico de la zona euro y, en especial, de Alemania.
Nuestro gráfico de la semana muestra que el Índice automovilístico Stoxx Europe 600 ha tenido un rendimiento significativamente inferior al del Stoxx Europe 600. Si bien el índice principal ha subido alrededor de un 10% desde enero de 2024, el subíndice especializado del sector automovilístico ha caído aproximadamente en la misma cantidad. Sin embargo, en los últimos meses ha habido una creciente sensación de que el barómetro del sector puede haber tocado fondo. En nuestra opinión, esto también puede deberse a la expectativa de que la UE pueda brindar cierto alivio a los fabricantes de automóviles para impulsar su competitividad.
Muchos de los problemas que afronta la industria automovilística son de origen interno, como el retraso temporal significativo en el desarrollo de coches eléctricos competitivos. Los requisitos burocráticos impuestos por los políticos tampoco han ayudado. Por ejemplo, es probable que el endurecimiento de los límites de emisiones de CO2 por parte de la Unión Europea, a finales de este año, cause importantes problemas a muchos fabricantes. Estos límites no parecen alcanzables con motores de combustión interna o híbridos. Los fabricantes tendrán que vender más vehículos eléctricos. Si no lo hacen, se enfrentarán a fuertes multas de Bruselas. Según los fabricantes, las multas previstas podrían ascender a miles de millones.
Manuel Kallweit, economista jefe de la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA), fue citado por el periódico Stuttgarter Nachrichten afirmando que sólo las ventas de vehículos de batería tendrían que aumentar en torno a un 75%, es decir, unas 666.000 unidades, en comparación con el año pasado. Creemos que el diálogo con la UE es necesario para abordar estos retos. Pero, además de palabras, los fabricantes necesitan acciones políticas.