En Valencia lo tenemos todo, playita y los mejores helados del mundo. Sí del mundo. Este fue el veredicto en Gelato Festival 2024, «el mejor helado de España, el quinto mejor de Europa y uno de los mejores del mundo». El reconocimiento pone a Valencia en el mapa de la excelencia gastronómica.
Un recorrido por los mejores helados veganos de la ciudad nos deja la boca helada. Cuanto talento hay y ha habido en esta región con los helados. Parece que solo fuese reconocida por la paella, las naranjas y l´orxata. Ahora tenemos otro motivo de orgullo que nos honra y nos recuerda una trayectoria silenciosa pero no menos importante: el arte de hacer helados.
El origen de los helados en Valencia está vinculado a una mezcla de influencias culturales y técnicas que se han desarrollado a lo largo de los siglos, desde la conservación de nieve en la antigüedad hasta la innovación moderna en sabores y técnicas.
En época romana y medieval, ya se conocía la técnica de recoger y almacenar nieve en pozos de nieve —neveras—, situados en las montañas. Esta nieve se transportaba a las ciudades para refrescar bebidas y preparar postres fríos.
Durante la dominación árabe en la Península Ibérica (711-1492), se perfeccionaron técnicas de conservación y uso de nieve. Los árabes introdujeron el concepto de mezclar nieve con jugos de frutas y otros sabores, creando una forma primitiva de helado.
Ya en los siglos XVI y XVII, en pleno Renacimiento, la técnica de fabricar helados evolucionó en Italia, especialmente en Sicilia, que tenía una fuerte influencia árabe. Estas técnicas se extendieron a España y otras partes de Europa. Valencia durante el siglo XVII, se convirtió en uno de los primeros lugares de España en adoptar y desarrollar estas técnicas. La proximidad de la ciudad a las montañas facilitó el acceso a la nieve y el hielo y ya en el siglo XVIII, la llegada de heladeros italianos a Valencia trajo consigo recetas y técnicas avanzadas para hacer helados. Estos inmigrantes abrieron las primeras heladerías, introduciendo sabores y métodos que se combinaron con las tradiciones locales.