Valencia es una ciudad rica en historia y tradición que alberga entre sus tesoros el Santo Cáliz, una reliquia de incalculable valor. El Santo Cáliz tiene un profundo significado espiritual, que junto con su extraordinario valor histórico y cultural, podría posicionar a nuestra ciudad como un destino destacado en el turismo religioso.
A pesar de ello, su gran valor sigue siendo muy desconocido para muchos, tanto dentro como fuera de España, e incluso, aunque parezca sorprendente, para una parte de los valencianos. Por eso, se hace necesario darlo a conocer al mundo y que ocupe el lugar que merece.
El Santo Cáliz de la Catedral de Valencia es, según una venerable tradición y múltiples estudios arqueológicos, la copa utilizada por Jesucristo en la Última Cena para la institución de la Eucaristía. Su historia, que se remonta a Jerusalén y pasa por Roma antes de llegar a tierras hispanas, lo convierte en un objeto de excepcional relevancia histórica y religiosa. No obstante, su reconocimiento internacional no ha sido suficiente para convertirlo en un icono de peregrinación al nivel de otros lugares de culto.
Ciudades como Santiago de Compostela, con su Camino de Santiago, o Turín, con la Sábana Santa, han sabido proyectar sus reliquias como grandes hitos de peregrinación y turismo religioso. El Camino de Santiago, por ejemplo, no solo ha revitalizado la espiritualidad de miles de peregrinos, sino que también ha generado un impacto económico significativo en Galicia. Cada euro gastado por un peregrino tiene un impacto económico mayor que el de un turista convencional, beneficiando a la extensa cadena de valor de los sectores implicados.
Otras ciudades como Jerusalén y Roma también han logrado hacer de su patrimonio histórico y espiritual un motor de atracción global. Valencia, en cambio, aún tiene el reto de situar al Santo Cáliz en el lugar que le corresponde. Pese a que el Papa Francisco concedió a Valencia la celebración de un Año Jubilar Eucarístico a perpetuidad cada cinco años desde 2015, aún queda mucho por hacer para que el Santo Cáliz sea conocido como un referente mundial.
Valencia está preparada para recibir este Año Jubilar 2025 con una oferta que va mucho más allá de la experiencia espiritual, convirtiendo esta celebración en un motor de desarrollo turístico, cultural y económico. El objetivo es vincularlo con los recursos y tradiciones de la ciudad, fomentando su comprensión así como el enriquecimiento cultural de valencianos y visitantes.
Ser sede de un Año Jubilar implica una gran responsabilidad, pero también una oportunidad incomparable. Valencia se sumará a la selecta lista de Ciudades Jubilares, junto a lugares tan emblemáticos como Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela. Este reconocimiento nos permitirá posicionarnos aún más en el ámbito del turismo religioso y cultural, atrayendo a un público respetuoso que busca experiencias significativas y únicas.
Desde el Ayuntamiento, en colaboración con el Arzobispado, estamos trabajando en un completo programa que garantizará que este tercer año jubilar, que comenzará el último jueves de octubre de este año, se viva en toda su magnitud. La innovación jugará un papel clave porque queremos ofrecer una experiencia única que conecte la tradición con las nuevas tecnologías y que permita a los visitantes descubrir el Santo Cáliz de una manera más accesible, emocionante y enriquecedora.
Uno de nuestros principales objetivos es integrar la presencia del Santo Cáliz en la vida cotidiana de la ciudad. Queremos que los valencianos se sientan orgullosos de esta reliquia y la vivan como parte de su identidad. Para ello, apostamos por una mayor divulgación de su historia y su camino de peregrinaje.
Además, la sostenibilidad será un pilar fundamental en línea con la estrategia de turismo de la ciudad. Queremos que la celebración del Año Jubilar tenga un impacto positivo, no solo a nivel económico, sino también en términos medioambientales y sociales: fomentaremos el respeto y cuidado de nuestro patrimonio así como la participación de la comunidad local en todas las actividades.
Invitamos a todos los valencianos a sentirse parte de esta gran oportunidad. El Santo Cáliz es un símbolo de unidad, historia y esperanza. Este Año Jubilar 2025, que tiene precisamente como mensaje central la esperanza, es el momento perfecto para conocerlo en profundidad y compartirlo con el mundo.