El 'equipasso' de Paco Roig

En noviembre de 1996, el Valencia presidido por Paco Roig destituyó a Luis Aragonés, apenas seis meses después de que el técnico madrileño lograra el subcampeonato de Liga con un equipo hecho de retazos. La decisión se debió a desavenencias personales entre ambos, y Roig optó por Jorge Valdano como su sucesor. Valdano, un entrenador con una filosofía futbolística opuesta a la de su predecesor, llegó al equipo con la temporada ya en marcha, instalándose en el Hotel Valencia Palace, cercano al estadio de Mestalla. La temporada resultó convulsa, con el equipo vagando sin pena ni gloria en la Liga y siendo eliminado de la Copa del Rey por la Unión Deportiva Las Palmas, entonces en Segunda División.

La eliminación ante Las Palmas dejó una frase memorable de Valdano: "ha sido una derrota útil". A pesar de los desafíos, Valdano fue recibido como un salvador por los aficionados valencianistas, gracias a su historial de éxitos previos, incluyendo una Liga ganada con el Real Madrid y la clasificación del Tenerife para Europa. Su llegada también fue bien recibida por el sector intelectual de la afición, que vio en él un entrenador con un discurso más elaborado que sus predecesores.

En el verano de 1997, Roig se dedicó a armar un equipo para Valdano, deshaciéndose de la vieja guardia y contratando a una docena de nuevos jugadores para reforzar la plantilla. A pesar de la grandilocuencia de Roig al describir el equipo como un "equipaso", la realidad era diferente. El equipo estaba formado por una mezcla de veteranos y nuevos fichajes, algunos de los cuales no lograron destacar en el club. Entre estos fichajes se encontraban Marcelino Carioca, Musa Saïb y Nico Olivera.

Sin embargo, la temporada empezó con una serie de malos resultados, incluyendo tres derrotas consecutivas en la Liga y un error táctico de Valdano que dejó al equipo con diez jugadores en un partido. Esto precipitó la destitución del técnico y marcó el fin del "equipaso". A pesar de este fracaso, el equipo construido por Valdano sentó las bases para el éxito futuro del Valencia, bajo la dirección de Claudio Ranieri, quien logró convertir al equipo en uno de los mejores de su historia, demostrando que de las cenizas del fracaso puede surgir el triunfo.

Aunque la experiencia con Valdano resultó decepcionante, su breve paso por el Valencia dejó un legado significativo. Además de los jugadores que fichó para el equipo, su enfoque táctico y su capacidad para lidiar con la presión mediática fueron aprendizajes valiosos para el club. A medida que el Valencia se embarcaba en una nueva era bajo el mando de Ranieri, se evidenció la importancia de aprender de los errores pasados y construir sobre ellos hacia un futuro más prometedor.

Es así como el episodio protagonizado por Valdano en el Valencia, aunque efímero y marcado por la adversidad, contribuyó al proceso de transformación y crecimiento del club, sirviendo como un recordatorio de la necesidad de adaptarse y evolucionar en un entorno deportivo cada vez más competitivo y exigente.