VALÈNCIA. El Villarreal mostró su mejor versión ante el Olympique de Marsella y se quedó a las puertas de obrar el milagro de remontar el 4-0 de la ida. Los de Marcelino dominaron el encuentro de cabo a rabo y llegaron con opciones de forzar la prórroga al último minuto de partido, pero el tanto en el descuento de Clauss terminó por despertarles del sueño.
Marcelino alineó un once con mayoría de jugadores titulares que se desgastaron de cara al duelo del domingo frente al Valencia. Ese esfuerzo podría pasarles factura a los amarillos.
En el primer tiempo Étienne Capoue, uno de los mejores del choque, adelantó a un Submarino que mereció marcharse al descanso con más ventaja. Sørloth dio continuidad al sueño tras la salida de vestuarios y Mosquera lo puso más cerca que nunca con un cabezazo cuando restaban cinco minutos, pero la falta de acierto para anotar el cuarto terminó por condenar al equipo.
La Cerámica terminó más que orgullosa de sus futbolistas, aplaudiendo al término del encuentro y reconociendo su esfuerzo y buen hacer. Incluso Fernando Roig bajó al césped para felicitar a cada uno de sus jugadores. Cierto es que el encuentro deja al Submarino eliminado de la Europa League, pero al mismo tiempo le proporciona un subidón de moral de cara a las diez jornadas ligueras restantes.