Generación de cristal: quiénes son y por qué se les llama así

1/03/2023 - 

El término "generación de cristal", acuñado por la filósofa Montserrat Nebrera, surge como una metáfora que describe la fragilidad emocional de los adolescentes y jóvenes contemporáneos, quienes parecen ser más sensibles y vulnerables debido a una crianza sobreprotectora por parte de sus familias. Esta generación se caracteriza por tener baja tolerancia a la crítica y a la frustración, demandando constantemente reconocimiento debido a una autoestima insegura y una marcada indecisión al tomar decisiones.

El origen de esta sobreprotección se remonta a los padres de esta generación, quienes vivieron épocas de carencia y adoptaron una crianza más autoritaria y severa. Además, la prolongación de la adolescencia, impulsada por dificultades en la inserción laboral y el desarrollo farmacéutico de los jóvenes, ha contribuido a esta sensación de fragilidad y dependencia.

La presión social y la cultura del consumo han exacerbado estas características, fragmentando aún más la identidad de esta generación. Las redes sociales, aunque ofrecen un escape de las preocupaciones cotidianas, también han contribuido a la falta de referentes sólidos y a la dramatización de la vida en línea, afectando la percepción de la realidad y dificultando la construcción de una identidad propia y estable.

A pesar de estas dificultades, la generación de cristal muestra ciertas cualidades positivas, como la flexibilidad y la apertura en temas como la orientación sexual y la identidad de género. Además, se vislumbra un potencial para liderar cambios sociales y ambientales, demostrando sensibilidad hacia problemáticas como el cambio climático y la responsabilidad social.

No obstante, existe una preocupación sobre la falta de rebeldía y la incapacidad para enfrentar el sistema establecido, lo que podría derivar en una generación apática y conformista. La ausencia de un sentido de pertenencia y el predominio de relaciones digitales superficiales también plantean desafíos en términos de empatía y conexión interpersonal.

En conclusión, la generación de cristal enfrenta una serie de desafíos emocionales y sociales derivados de una crianza sobreprotectora y una sociedad cada vez más fragmentada y digitalizada. Sin embargo, también presenta cualidades positivas y un potencial para liderar cambios significativos en el futuro, siempre y cuando se aborden adecuadamente las dificultades actuales y se fomente un ambiente que promueva la resiliencia y la autonomía personal.

Hablamos con Ariana Pérez  Responsable de investigación de la Fundación SM y con Rebeca Cordero, profesora titular en sociología aplicada.

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