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Pau Aragó: "Da Vinci incrementa la seguridad y el éxito en las operaciones de próstata, oncológicas, cirugía digestiva y ginecológicas"

lunes, 21 febrero 2022

VALÈNCIA. Seguro que muchos de ustedes han jugado a ser médicos y los que ya apuntaban maneras quizá pidieron a los Reyes Magos el juego Operación y no se perdieron ni un capítulo de Érase una Vez…El cuerpo humano. 

 ¿Quién nos iba a decir en aquellos años que llegaría un momento que el mejor cirujano del mundo pudiera operar desde cualquier parte del planeta sin moverse de los mandos de una consola?

¿O que realmente una cámara viajaría por el interior del cuerpo humano detectando, grabando y captando cualquier problema y erradicándolo al momento? 

En Plaza Salud nos ha acompañado el cirujano de IMED Valencia, el doctor Pau Aragó, quien seguro jugó a Operación y hoy es de los pocos cirujanos capacitados para operar a distancia gracias a Da Vinci.  Y no me refiero al genio del Renacimiento italiano, sino a otro genio muy codiciado. 

Es el sistema robótico de asistencia laparoscópica más avanzando del mundo. Consta de tres partes: la torre de visión, que es el cerebro del robot, la consola quirúrgica, donde se posiciona el cirujano y está alejado del paciente, y el propio robot, que tiene cuatro brazos. En ellos se encuentra el instrumental y la óptica robótica. El robot reproduce lo que ordena el cirujano desde la consola.

Los beneficios de intervenir con Da Vinci Xi son múltiples para el paciente. Mejora los beneficios de la cirugía laparoscópica ya que los movimientos son más precisos, el robot no traumatiza tanto los tejidos del paciente y se maniobra mucho mejor. Eso se traduce en un dolor postoperatorio mucho menor. En cirugías complejas existe menor riesgo de hemorragias, mejores resultados funcionales y la recuperación es mucho más rápida.

Ventajas abismales

Las ventajas son abismales para el cirujano, sobre todo si son intervenciones muy complejas. El instrumental de los cuatro brazos de Da Vinci Xi tiene mayor maniobra que la mano humana al contar con un ángulo de movimiento de 360 grados en siete ejes. La visión del sistema robótico también es mucho mayor ya que posee diez aumentos en 3D binocular. Cuando el cirujano está operando, desde la consola, parece que se encuentre en el interior del propio paciente. Por muy hábil que sea el cirujano existe el temblor fisiológico de mano o movimientos involuntarios que el robot no tiene. Además, el cirujano está sentado en una posición ergonómica, más cómoda y relajada. 

 El sistema robótico da Vinci Xi se puede usar cada vez en más especialidades, pero está especialmente indicado en urología, ginecología y cirugía general y digestiva. Está especialmente indicado para el cáncer de próstata porque, además de la precisión que aporta el robot en los márgenes oncológicos, da mayor seguridad en toda la cirugía que conlleva un riesgo de crear un posible problema funcional”, señala Pau  Aragó.

La próstata es espacio pequeño y estrecho con estructuras diminutas en las que hay hacer una disecciones muy concisas. También en las cirugías del cáncer, las ginecológicas y en la cirugía bariátrica.

Como muchos avances médicos el sistema robótico surgió de una patente militar para poder operar a marinos o astronautas desde la distancia. Con las mejoras en  las redes de telecomunicaciones realizar operaciones a distancia estará a la orden del día.

En ginecología, los procedimientos realizados con cirugía robótica crecen a una media del 15% al año. Se aplica muchísimo en el cáncer de endometrio, en el cérvix, precisamente porque permite ser más radical en la extirpación del cáncer preservando las funcionalidades. 

También cuando se opera un cáncer de recto, ya que en el tramo final del colón, hacia el ano, se tienen los mismos riesgos que en la operación de próstata. Puede existir una lesión nerviosa y que el paciente se quede impotente o incontinente. El cáncer colorrectal es a día de hoy el tumor maligno más frecuente en España.

La cirugía realizada por este procedimiento es más satisfactoria, sencilla y segura. Además, es el único que permite trabajar en campos alejados como, por ejemplo, en la pelvis y en el hígado sin tener que modificar la posición del robot ni del paciente para intervenir.

La salud compensa la inversión

La inversión inicial para adquirir el sistema robótico Da Vinci es muy elevada, por eso muy pocos hospitales de España cuentan con él. Sin embargo, el coste económico que supone las complicaciones que surgen con las cirugías tradicionales es superior ya que suponen hospitalizaciones más largas e incluso segundas intervenciones. Pero, lo más importante, es la ventaja para la salud de las personas que no se paga con nada.

 



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