VALÈNCIA. La Plaza de Jesús Caro es la mirada a un hombre que conoce bien la ciudad y sus ciudadanos, que le gusta analizar el comportamiento humano y las reacciones de la sociedad ante los fenómenos que suceden. Jesús afirma “creo que somos una ciudad muy ateniense”. Cuando rememoramos su infancia entre el Carmen y el Botánico, confiesa: “Yo era una especie de Proust del barrio del Carmen, y las calles estaban llenas de niños, ahora en lugar de eso hay locales que ofrecen terapias”.
Hablamos de la evolución del jardín botánico, que ahora da nombre al barrio donde siempre ha vivido y vive Jesús Caro. Este hombre culto que empezó a trabajar con 14 años como botones en una compañía de seguros mientras estudiaba en turno de noche y se licenciaba en Derecho, recuerda su época de alumno del Colegio Nacional Cervantes “había magníficos profesores que sentían que estaban educando a ciudadanos”.
Escucha 'La Plaza de... Jesús Caro' y descubre su tono ácido y crítico sobre la sociedad actual, el protagonista no evita reflejar algunos contrastes con los tiempos de su juventud “nosotros bajábamos al río a jugar porque era una selva y ahí aprendíamos sobre la vida”. Además en “los años 80 Valencia era una ciudad donde se podía aparcar”. Jesús es un urbanita convencido que reivindica: “La ciudad es el lugar donde puedo ser libre, donde puedo comunicarme y hablar con otras personas”.
KIKE TABERNER
