En este episodio de La Paella Rusa abordamos una nueva entrega del fascinante idilio entre Sumar y la izquierda valenciana. En este caso, con la ampliación del Puerto de València como entrañable e ilusionante telón de fondo. Somos un pueblo muy querido y respetado por Yolanda y su equipo, de eso no cabe duda. Quizás en unos días hasta la veamos pidiendo una paella con chorizo. También abordamos el penúltimo ultraje del Gobierno de la capital valenciana a la oposición: mantener a oscuras a la oposición en las gradas de la Crida. Un desgarrador testimonio de la crueldad de la derecha que no puede dejar indiferente a nadie.
Además, el Consejo de Ministros aprobó hace unos días la concesión de la nacionalidad española a Ilia Topuria (de origen georgiano) tras proclamarse campeón del mundo del peso pluma de la UFC. Y, fíjate tú, resulta que el luchador de Artes Marciales Mixtas no solo está patrocinado por la empresa de desalojos Fuera Okupas sino que también colabora con ello en sus ‘desocupaciones’. ¡No ganamos para tantas alegrías!
Por otra parte, llega una nueva entrega del curso ‘Educando a Chip y Chop en Cultura Pop’. En este caso adentramos a nuestras ardillas comentaristas de la actualidad preferidas en los recovecos de la familia Pombo. Lo hacemos a raíz del estreno de la segunda temporada del documental sobre esta saga. Madrid, conservadurismo cool, absoluta ausencia de carisma, personalidad o sustancia y muchas campañas de publicidad. ¿Qué opinarán estos roedores sobre María, Papín y el resto del clan Pombo?
Y en nuestra recomendación cultural de esta semana, la novela ‘Els ulls de Mona’, de Thomas Schlesser (Editorial Empúries). Un aperitivo: “Cincuenta y dos semanas: ese es el tiempo que le queda a Mona, una niña de diez años, para atesorar toda la belleza del mundo. Es el lapso que su erudito y original abuelo se ha dado para descubrirle, cada miercoles despues del colegio, una obra de arte antes de que se quede ciega. Así, se disponen a visitar juntos los tres grandes museos parisinos: Louvre, Orsay y Beaubourg (Centro Pompidou), y a zambullirse en cuadros y esculturas con el fin de que su propia belleza y su sentido filosófico permeen y se inscriban para siempre en lo más hondo de Mona. Mirando a traves de los ojos de Botticelli, Vermeer, Goya, Frida Kahlo o Basquiat, la pequeña aprenderá sobre la generosidad, la duda, la melancolía, la autonomía o la indignación, e irá incorporando su poderoso aprendizaje en su día a día”.