En media hora, con anestesia local y después de 20 eyaculaciones ya no hay que preocuparse por utilizar métodos anticonceptivos. Y, lo mejor, es que no tienen ningún efecto secundario. Mismo deseo, igual potencia sexual y la cantidad de semen no varía. Eso sí, está libre de espermatozoides.
No es de extrañar que la vasectomía se esté convirtiendo en el método anticonceptivo preferido de los hombres que ya no quieren tener descendencia. Solo en el Hospital General de Valencia se realizan alrededor de 500 al año.
Emilio López Alcina, jefe de Urología del Hospital General de Valencia y uno de los seis médicos de la Comunitat más valorados, según los resultados de la VIII Edición de los Top Doctors Awards, ha explicado las ventajas de la vasectomía.
Se conocen varias técnicas pero la más practicada es la vasectomía sin bisturí, una intervención muy sencilla en la que se hace una incisión muy pequeña en el escroto y desde ahí se cortan y ligan los conductos que transportan los espermatozoides hasta las vesículas seminales.
“Es la técnica más segura con diferencia si lo que se quiere es evitar tener descendencia. Además, se incluye en la Seguridad Social ya que forma parte de la planificación familiar. Y, en el caso de que se opte por la sanidad privada, el coste no es elevado porque la operación es muy sencilla, no necesita ingreso, dura media hora y al poco tiempo te vas a casa. En cambio, la ligadura de trompas no es tan sencilla y las mujeres se deben someter a una intervención con anestesia general.
Por si fueran pocas las ventajas, el también director de la Clínica INUVA, Instituto de Urología Avanzada, señala que se pueden empezar a mantener relaciones sexuales en cuanto te las pida el cuerpo, aunque lo aconsejable es esperar entre una semana y diez días. Eso sí, hasta que no se realice un espermiograma de control que asegure que no quedan espermatozoides, hay que continuar usando otros métodos anticonceptivos.
¿Y cuánto tiempo pasa hasta poder disfrutar de los beneficios de la operación? Más que tiempo son eyaculaciones. López Alcina explica que se considera que, tras veinte eyaculaciones, el hombre ya ha expulsado los espermatozoides que pudiera tener en la reserva.
Se recomienda que el espermiograma se realice a los tres meses y, de esta forma, también se controla una posible recanalización espontánea de los conductos, algo extremadamente infrecuente. En la literatura médica tan solo hay descritos 100 casos en todo el mundo.
En el caso de que se quiera volver a tener descendencia habría que hacer una intervención, esta vez más complicada, para volver a unir los conductos para que pasaran de nuevo los espermatozoides. Cuanto más tiempo pase desde la vasectomía a esta nueva operación menos efectiva será y quizá, la cantidad de espermatozoides que pasen no será la misma.
Sin embargo, si no se quiere revertir la vasectomía, siempre se podría recurrir a técnicas de fertilidad y extraer los espermatozoides mediante una biopsia.
Fimosis y estética
En verano es la época del año en la que más vasectomías se realizan. Lo mismo ocurre con la operación de fimosis, que consiste en retirar la piel que recubre el pene. Esta intervención se suele realizar por dos motivos principales. El primero de ellos es porque se produce un estrangulamiento del orificio del prepucio que impide que se retraiga por encima de la punta del pene. Esta situación es normal en el niño recién nacido, pero, con el tiempo, la piel que se adhiere a la punta del pene puede retraerse a medida que el prepucio se afloja.
La fimosis se considera patológica cuando causa problemas como dificultad para orinar, problemas de higiene o la realización de las funciones sexuales comunes.
Sin embargo, y con mayor frecuencia, esta operación se realiza por motivos de higiene. La limpieza y su simbología es el motivo por el que los judíos se realizan la circuncisión. La estética es otro de los motivos del auge de esta operación.
