Eduardo Pina, CEO de Wazoo, resume el enfoque de la startup valenciana: facilitar que coches que pasan gran parte del tiempo parados tengan uso y generen ingresos para sus dueños, mientras ofrecen a quienes no poseen vehículo una alternativa de alquiler flexible. El público objetivo inicial se concentra en millennials y Generación Z, acostumbrados a modelos de consumo por uso y a la contratación digital.
El funcionamiento se organiza en torno a una aplicación móvil: alta de usuario, verificación y acceso a un catálogo de coches publicados por otros particulares. Para publicar un vehículo se exigen requisitos de antigüedad y kilometraje, entre otros. Una vez hay reserva, propietarios y conductores coordinan la recogida y devolución. Pina precisa que, hoy, la operativa no es completamente “keyless”: «Exacto, hay llaves, los coches a día de hoy, bueno, muchos van con llaves». El intercambio se acuerda por mensajería dentro de la app, con hora y punto de encuentro definidos.
La seguridad se apoya en controles de entrada y en cobertura durante el uso. «Obtenemos un reporte de la DGT con los puntos que tienen de carnet de conducir y al final si no cumplen los requisitos no pueden acceder a la aplicación», explica. Además, durante el periodo de uso rige «seguro a todo riesgo durante el periodo de alquiler, entonces no se tienen que preocupar de nada». Incidencias comunes (daños, limpieza, combustible) se tramitan dentro de la app, dejando constancia para su resolución.
En cuanto a ingresos potenciales para propietarios, el retorno depende del tipo de vehículo y de su disponibilidad, con categorías que van de básicos a “confort plus”. Según Pina, un rango orientativo está entre 200 y 400 euros al mes, capaz de compensar parte del coste de mantenimiento anual. Los propietarios controlan disponibilidad, precio y condiciones (por ejemplo, años mínimos de carnet del conductor). Para los usuarios, Wazoo apunta a accesibilidad y proximidad: «alquiler entre particulares siempre va a ser más económico que ir a una empresa de aeropuerto», y la selección de coches cercanos desde el móvil simplifica recogida y devolución: «puedes ver diferentes vehículos alrededor de tu zona… y a la hora de recogerlo, devolverlo… es muy muy cómodo».
El modelo de negocio se centra en el marketplace: Wazoo intermedia la experiencia y los procesos, mientras la transacción se produce entre particulares con el respaldo del seguro y las verificaciones. En precios de referencia, Pina sitúa opciones «desde 30 euros al día con todo incluido», con importes superiores en vehículos de gama alta.
Más allá del caso individual, el equipo subraya el posible impacto urbano del uso compartido: menos coches infrautilizados en calle y, por tanto, menor presión sobre el espacio público. «El coche del futuro puede ser híbrido o eléctrico, pero sobre todo es compartido», plantea, en línea con políticas de movilidad que priorizan eficiencia de uso frente a la propiedad.
En protección de datos, la verificación recurre a un proveedor especializado que gestiona documentación, prueba de vida y comprobaciones con la administración, con el objetivo de reducir intentos de fraude y asegurar que los perfiles que acceden a la plataforma cumplen requisitos. La compañía destaca que estos procesos se despliegan antes de permitir alquileres o publicaciones de vehículos.
Respecto a la hoja de ruta, Wazoo se encuentra en fase de salida a mercado y ajusta producto y procesos finales. Pina indica que la ronda de financiación está abierta para impulsar el go-to-market y la expansión. En cuanto a objetivos geográficos, la prioridad pasa por estar operativos en toda España y, posteriormente, abrir mercados europeos en 2027.
El paso por VDS 2025 se orienta a captar usuarios y propietarios, tejer acuerdos con partners y avanzar en la inversión. La propuesta de valor que Wazoo pretende validar es concreta: ofrecer alquiler entre particulares con verificación y seguro, con una experiencia operativa que hoy combina coordinación por app y entrega de llaves, y que busca evolucionar hacia mayor automatización a medida que el parque de vehículos compatibles crezca.
En un mercado donde conviven el alquiler tradicional y otras fórmulas de movilidad, Wazoo intenta diferenciarse por proximidad, flexibilidad y coste, apoyándose en la comunidad de particulares y en controles de riesgo previos. Si consigue equilibrar oferta y demanda a escala local y sostener la calidad del proceso, el modelo puede convertir coches ociosos en una fuente regular de ingresos y en una opción práctica para desplazamientos puntuales.