VALÈNCIA. La Universitat de València (UV) tendrá que deshacer la adjudicación de dos lotes del contrato de mantenimiento y conservación de edificios. El Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales (TARC) ha estimado el recurso de una de las compañías licitadoras y ha acordado la anulación de la adjudicación de los lotes dos y cuatro a la compañía Elecnor.
Así consta en la resolución del tribunal administrativo, dependiente del Ministerio de Hacienda, que ha estimado los argumentos de la impugnación, presentada por la firma Acsa, contra la adjudicación de estos dos lotes, relativos al mantenimiento de los edificios de diversos centros diseminados (lote 2) y de las instalaciones del campus de Paterna (lote 4).
La compañía Elecnor había presentado la mejor oferta en cada uno de los cinco lotes en los que se dividía el contrato. Pero como los pliegos, para asegurar la competencia, limitaban a tres los lotes en los que podía resultar adjudicataria una misma empresa, la mesa de contratación atendió a la preferencia que había indicado la firma, y le adjudicó los lotes 1, 3 y 5,
Sin embargo, tras los recursos de otras licitadoras, que estimó el Tribunal Administrativo, la oferta de Elecnor quedó excluida en los los lotes 1 y 3, de manera que la mesa de contratación rehizo los resultados de todo el concurso, también de los lotes que no habían sido objeto de recurso (2 y 4). Así pues, como la firma de marras se había quedado con uno solo (5) tras la reformulación, podía resultar adjudicataria de los dos restantes. Y así lo acordó el órgano de contratación.
"Incertidumbre jurídica no deseable"
Pero ahora el Tribunal ha anulado dicha decisión. La controversia, señala, es si la limitación de los tres lotes por empresa "debe regir, sucesivamente, si se producen alteraciones, por los motivos que sean, en las adjudicaciones ya efectuadas", teniendo en cuenta que los pliegos no tienen ninguna previsión respecto a esta situación.
Con todo, el tribunal considera que "no sería procedente, una vez aplicada la regla de incompatibilidad inicilamente en la adjudicación de los distintos lotes, volver a aplicarla posteriormente, incluso a lotes en los que ninguna controversia se había planteado en la primitiva adjudicación". Porque, insiste, esto genera "una incertidumbre jurídica no deseable y no sujeta ni a límite temporal ni a número de supuestos posibles, con posible afectación grave de intereses a todos los licitadores interesados".
En ese sentido, el TARC recuerda que sus resoluciones anteriores no afectaban en modo alguno al lote 2 y 4, pero el órgano de contratación pecó de "una clara extralimitación" porque no sólo rehizo las adjudicaciones que habían sido cuestionadas sino que hizo lo propio "respecto de los cinco lotes de la licitación". Decisión que "es contraria al principio de seguridad jurídica", y motivo por el cual ahora tendrá que volver a adjudicar estos lotes.
La Universitat de València licitó este contrato hace un año, en enero de 2024, y salió a concurso por valor de más de 15 millones de euros en total. El lote 1 incluía los edificios del campus de Blasco Ibáñez; el 2, los centros diseminados; el 3, el campus de Burjassot; el 4, el de Paterna; y el 5, el de Tarongers y el edificio de servicios.