¿La energía nuclear es verde como la considera la Comisión Europea? ¿Es seguro vivir cerca de una central nuclear aunque no se produzca ningún accidente? ¿Si Rusia atacara la central nuclear de Ucrania, hasta donde podrían llegar las radiaciones y con qué consecuencias? ¿En qué trabajos puedes recibir radiaciones perjudiciales y ni siquiera lo sabemos? ¿Hay alimentos radioactivos?
Alegría Montoro, una de las mayores expertas en radiaciones ionizantes que existen en España y responsable del Laboratorio de Dosimetría Biológica del Servicio de Protección Radiológica del Hospital La Fe ha echado luz sobre muchos de los mitos que existen sobre estos y otros temas que rodean las radiaciones.
Respecto a la seguridad de las centrales nucleares es cristalina: "Son seguras. No solo lo dice la Comisión Europea sino todos los organismos internacionales expertos en la materia. Es muy improbable que haya una accidente ". Quizá por este motivo, Alegría Montoro, que es extremadamente precavida, asegura que "por supuesto, viviría al lado de una central nuclear".
Sin embargo, aunque los accidentes son improbables, no lo es tanto la acción de un loco o un psicópata como Putin y, "en el caso de que se atacara la central nuclear de Ucrania, la nube radioactiva podría llegar a España". Por supuesto, el alcance y nivel de la radiactividad dependen de muchos factores, desde el viento hasta los daños producidos.
Un aspecto muy curioso que ha desvelado Montoro es que las bebidas que contienen alcohol son radioprotectoras.
La responsable de Dosimetría de La Fe, que ha participado como experta en tres misiones con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), explica que hay dos tipos de efectos en caso de exposición a las radiaciones ionizantes. Si la dosis recibida es muy alta se produce el síndrome de radiación aguda (efecto determinista) que puede provocar la muerte en tan solo 24 horas. Esto solo ocurre si las personas se encuentran en la misma central nuclear o en los alrededores. En el caso de que la dosis son bajas, los efectos son indirectos y a largo plazo se conocen como efectos estocásticos. El cáncer de tiroides y las leucemias serían dos de las consecuencias.
La doctora en Ciencias Biológicas opina que se necesitan centrales nucleares protegidas de forma adecuada. "Hay una gran necesidad de energía. Si queremos mantener la vida que llevamos, las renovables no son suficientes a corto plazo" Alegría Montoro ha señalado que en el congreso de la la Sociedad Nuclear Española (SNE) celebrado recientemente se ha puesto de manifiesto que, "cada vez con mayor frecuencia, los países se están dando cuenta que no pueden ir en contra de la energía nuclear"
Una gran cantidad de industrias de todo el mundo utilizan la radiografía industrial. Las radiaciones en los procesos industriales constituyen un valioso medio de apoyo a los procesos productivos. El uso industrial de estos elementos es su bajo costo de reposición, regularidad de la energía emitida y gran penetración en los materiales de gran espesor. Son muy útiles para medir volúmenes de forma rápida y práctica. También se utiliza, por ejemplo, para comprobar que una tubería discurre por el lugar correcto o una soldadura está bien realizada.
La gammagrafía es, hoy en día, la técnica radiológica industrial más peligrosa y la que más accidentes y muertes ha provocado en el mundo por exposición ocupacional a radiaciones ionizantes. Varios trabajadores han perdido un dedo o incluso una mano por la mala utilización de las radiografías industriales. Incluso, se ha dado el caso de trabajadores que han robado la fuente radioactiva y han perdido miembros.
Sin embargo, hay profesionales que no saben que están expuestos a esta radiación tan elevada ni se someten a un test de dosimetría biológica para comprobar sus niveles de radiación absorbida. absorbida. Estos trabajadores llevan un control de dosimetría
física y tan solo se les realiza, dentro de la vigilancia sanitaria, las
analíticas ordinarias como al resto de trabajadores.
El 14% de las exposiciones a radiaciones artificiales se producen en medicina en donde siempre se realiza un balance riesgo-beneficio antes de someter a un paciente a un TAC, a una placa o a otras pruebas en las que se producen radiaciones ionizantes, se conoce
como el principio de la justificación en protección radiológica.
Donde no hay que hacer ningún balance es en determinados alimentos que, aunque tienen trazas de material radioactivo no entrañan ningún tipo de riesgo. Tal es el caso del arroz o de los plátanos. Una curiosidad desvelada por Alegría Montoro es que los camiones que transportan los plátanos "pitan" en los arcos del puerto debido al potasio radioactivo. Sin embargo, no hay que alarmarse ya que esta radiación es natural y son dosis muy bajas. Para los más curiosos hay una web que mide cuántas placas de rayos x equivalen a un número determinado de plátanos.
Un grupo de investigadores valencianos del hospital la Fe y la Universidad de Valencia, en el que se encuentra Alegría Montoro, ha patentado un radioprotector oral que se consumiría antes de intervenir en zonas radioactivas. Otro de los proyectos realizados por La Fe y la UV en colaboración con la Agencia Valenciana de Innovación es una crema protectora que se pondrían los pacientes oncológicos antes de recibir radioterapia
Alegría Montoro es licenciada en CC Biológicas por la Universidad de Valencia y Doctora en CC. Biológicas por la Universidad Politécnica de Valencia (Premio Extraordinario de Doctorado por la UPV)
Ha colaborado como experta en tres misiones con el Organismo Internacional de Energía Atómica que es el principal foro mundial intergubernamental de cooperación científica y técnica en la esfera nuclear
Autora y co-autora de más de 40 publicacioçnes científicas, forma parte del comité organizador del próximo Congreso IRP 2028 cuya sede es en Valencia
Master en Prevención de Riesgos Laborales (U La Florida). Master en Epidemiología y Salud Pública (VIU). Curso de Supervisor de Instalaciones Radiactivas del CSN. Responsable del Laboratorio de Dosimetría Biológica del Servicio de Protección Radiológica del Hospital La Fe de Valencia. En el año 2020, con el apoyo de un Proyecto FEDER de la UV y la Conselleria de Sanidad Valenciana consiguió financiación para la automatización de todos los procesos de la técnica.
Ha participado como asistente, ponente y organizadora en numerosos congresos nacionales e internacionales.
Está en el comité organizador del próximo Congreso IRP 2028 en Valencia
Es docente para la diplomatura en La Escuela de Enfermería del Hospital La Fe y de los Master de Nutrición clínica de la UV y del Master de protección Radiológica de la UPV.