plazapodcast

Plaza Pódcast | Castellón Industrial

Rosalén: “Las EGM son una comunidad de vecinos industriales”

Manuel Rosalén, director general de Industria y Seguridad Industrial de la Generalitat Valenciana, destaca la utilidad de las EGM y el papel pionero de Castellón en su implantación

La Ley 14/2018 marcó un punto de inflexión en la forma de entender la gestión de las áreas industriales en la Comunitat Valenciana. Pero como explica Manuel Rosalén, director general de Industria y Seguridad Industrial, la ley por sí sola no cambia nada. “Las leyes son herramientas. Si no hay quien las use con criterio y voluntad, no sirven para nada”, afirma en una entrevista para Plaza Podcast durante la jornada “Hazlo bien y hazlo saber: hacer industria en Castellón”, organizada por GAIN.

Desde su puesta en marcha, la norma ha evolucionado continuamente. “La redactamos en 2016 y se aprobó en 2018. Pero cada año la hemos mejorado. ¿Por qué? Porque la realidad nos ha ido mostrando dónde estaban los obstáculos”, explica Rosalén, que reconoce haber contado con la colaboración activa de entidades como GAIN para afinar los procedimientos y facilitar su aplicación.

 

Una ley para ordenar el caos

El modelo que propone la ley es claro: impulsar la creación de Entidades de Gestión y Modernización (EGM) para que propietarios y administración gestionen juntos los espacios industriales. “Esto es como una comunidad de vecinos, pero aplicada a los polígonos. Sin una normativa que obligue a coordinarse, todo se convierte en un desastre. Esta ley permite que la mitad más uno pueda tomar decisiones y organizar servicios comunes”, resume.

Aunque no es obligatoria, sí es vinculante: una vez constituida la EGM, todos los propietarios deben participar. “Eso obliga al ayuntamiento a reconocer a esa comunidad como interlocutor. Y, sobre todo, permite mejorar de verdad lo que llevamos décadas descuidando: calles sin asfaltar, sin luz, con residuos, sin seguridad…”.

 

Castellón, ejemplo de implicación empresarial

Una de las sorpresas positivas del recorrido de la ley ha sido la respuesta en Castellón. “Tiene el mismo número de EGM que Alicante, con mucha menos población. ¿Por qué? Porque aquí hay una cultura empresarial más asociativa, más colaborativa. En Castellón se va por delante, sin duda”, señala Rosalén.

El director general reconoce que en esta provincia se ha encontrado “empresas que vuelan bajo el radar”, con una capacidad tecnológica y productiva por encima de la media. “Me he cruzado esta semana en Madrid con dos empresas de Castellón que fabrican drones. Me quedé impresionado. Hay gente que no se ve, pero que está haciendo cosas extraordinarias”.

 

De cinco EGM a 46 en menos de siete años

El avance es significativo: de las cinco EGM iniciales se ha pasado a 46. “Y no es por una campaña publicitaria de la administración”, apunta Rosalén. “Ha sido gracias al trabajo de entidades como GAIN, de algunos ayuntamientos valientes y de empresas que han entendido que esto no es pagar una cuota más, sino mejorar su competitividad”.

El cambio de mentalidad ha sido clave. “Durante años, al empresario le decías: crea otra asociación, paga otra cuota… y te decía que ya estaba harto. Hoy entienden que si se agrupan pueden acceder a ayudas, tener más fuerza, mejores servicios. Es un modelo de asociacionismo empresarial que funciona”, explica.

 

Más ayudas y normativas más ajustadas

Cada año, la ley de acompañamiento de presupuestos ha introducido mejoras técnicas. “Hemos escuchado al sector. Nos decían: esta exigencia notarial encarece todo, ¿por qué no lo cambiáis por una nota simple? Y lo cambiamos. Pequeños ajustes que marcan la diferencia”, afirma.

En paralelo, desde la Generalitat se han habilitado nuevas líneas de ayuda para planes de emergencia, movilidad, reciclaje y digitalización que pueden cubrir hasta el 100% del coste. “No todo puede depender del ayuntamiento. Hay servicios que los puede promover directamente la EGM: un car sharing interno, puntos de reciclaje o incluso sistemas de seguridad. Para eso están las ayudas”.

 

La colaboración como modelo de futuro

Para Rosalén, la clave del éxito está en la colaboración entre administraciones, sin importar el color político. “Yo he trabajado con gobiernos de distintos partidos, y mi línea es clara: la industria está por encima de eso. La industria es empleo, es calidad de vida, es futuro”.

Defiende que la política industrial debe ser una cuestión de Estado. “Si no hay empleo estable y riqueza duradera, no hay futuro. Y eso solo lo da la industria. Todo lo demás son fuegos artificiales”, resume.

 

Reconocimiento a los ayuntamientos que han liderado el cambio

Rosalén no oculta su admiración por los municipios que han apostado por este modelo sin miedo: “Onda, l’Alcora y Almassora son un ejemplo. Cuando muchos ayuntamientos evitan crear EGM porque temen tener una comunidad fuerte que les exija, ellos han hecho justo lo contrario. Han constituido varias, les han dado voz y han firmado convenios. Eso es valentía”.

En su opinión, el futuro del modelo pasa por reforzar esta línea: más diálogo, más coordinación, más herramientas conjuntas. “Ahora, para acceder a ayudas, exigimos que el ayuntamiento presente el acuerdo previo con la EGM. Ya no vale que decida solo. Quien está allí todos los días son ellos, las empresas, no los técnicos desde el despacho”.

Recibe toda la actualidad
Plaza Podcast

Recibe toda la actualidad de Plaza Podcast en tu correo